Por qué las Aulas Invertidas funcionan (y cómo la tecnología las hace posible)

Hoy vamos a hablar un poco sobre el uso del AV sobre Redes IP en el entorno de las aulas invertidas. Las soluciones tecnológicas como Networked AV son ideales para enfoques educativos innovadores, como el enfoque del aula invertida, pero ¿qué es exactamente un «aula invertida» en primer lugar? Más importante aún, ¿por qué las aulas invertidas se han convertido en un método de enseñanza en auge, y qué puede este enfoque enseñarnos sobre la educación en general?

El «aula invertida» recibe su nombre por la forma en que «invierte» la parte de la educación que ocurre dentro y fuera del aula. En la parte donde, en la clase tradicional, los estudiantes escuchan pasivamente y toman notas, los estudiantes del aula invertida se dedican a ver vídeos de la lección online. En lugar de hacer las tareas escolares y los proyectos de grupo fuera del aula, los estudiantes acuden a clase para colaborar y estudiar en grupos.

Las aulas invertidas tienen sus raíces en un enfoque educativo relacionado: el aprendizaje activo. El aprendizaje activo es un método de enseñanza en el cual los estudiantes participan en una variedad de actividades para aprender su material de estudio, incluyendo lectura, escritura, conversación, escucha y reflexión. Es un estilo de enseñanza interactivo basado en grupos que se centra en la resolución de problemas y en el aprendizaje.

Las instituciones se interesan cada vez más por las aulas invertidas, ya que la importancia de la colaboración es cada vez más vital para el éxito educativo. Numerosos estudios han demostrado que cuando los estudiantes son capaces de trabajar en colaboración en un ambiente de aprendizaje activo, la retención del conocimiento y la satisfacción de los estudiantes aumentan (Michael, 2006).

Históricamente, el aprendizaje era un proceso singular. La comunicación de la información era principalmente unidireccional, y cualquier conversación entre el profesor y los estudiantes se basaba en la pregunta y respuesta socrática. Sin embargo, en los últimos años, ha habido un mayor enfoque en la intercomunicación y en la idea de compartir entre los estudiantes. Esto se debe a que, a pesar de lo que los modelos de enseñanza tradicionales nos han hecho creer, la educación no se limita a una sola persona de pie en la parte delantera de una sala de formación ante un grupo de alumnos.

Más bien, la educación es una perspectiva intrínsecamente social, y cuando se facilita el aprendizaje entre los individuos que tienen conocimiento y aquellos que lo necesitan, se crea un ambiente donde el conocimiento crece rápidamente.

Esta es la razón por la cual las escuelas han comenzado a adoptar metodologías para fomentar el intercambio de conocimientos, tanto en el aula como a distancia. La capacidad de utilizar la tecnología para compartir conocimientos y co-aprender sin fronteras físicas ha demostrado un impacto significativo en la educación, al igual que la capacidad de los estudiantes para aprender por su cuenta, a su propio ritmo. Las aulas flexibles permiten a los estudiantes ver lecciones y realizar el aprendizaje en solitario en casa, y luego se reúnen en el aula para actividades de grupo y el aprendizaje interpersonal. El añadido del aprendizaje a distancia permite a los estudiantes unirse a estos ejercicios colaborativos desde cualquier lugar, ampliando el tamaño del aula y el rango de perspectivas.

Estos beneficios están respaldados por investigaciones, con estudios que informan que el uso de un enfoque de aula invertida «aumentó los niveles de rendimiento, interés y compromiso de los estudiantes» (Herreid y Schiller, 2013). Esto se demostró en un estudio importante en la educación científica, que encontró que los estudiantes de las aulas invertidas lograron resultados más altos en las pruebas, y un mayor éxito en el aula en general, que los estudiantes de las clases de educación tradicional (Ruddick, 2012).

El aprendizaje activo tiene un impacto significativo no sólo en la forma en que se enseña la clase, sino también en la forma en que se configura y utiliza el entorno del aula. En un aula invertida, los escritorios cambian de las filas estáticas tradicionales a los clústeres movibles. Las aulas de aprendizaje activo son cada vez más populares en la educación superior, con una creciente demanda para la adopción de este tipo de aula. Para mantenerse al día con las tendencias, las aulas tradicionales tienen que ser remodeladas en salas de proyectos dinámicos y con tecnología actual.

Las aulas de aprendizaje activo tienen que ser flexibles e inspirar la colaboración.

La tecnología es un componente clave del éxito de este enfoque. Esto se debe a que los estudios han encontrado que «los millennialscriados en tecnologías que evolucionan rápidamente, demuestran poca predisposición a prestar atención ante las lecciones dadas de manera tradicional» (Roehl, Shweta, & Shannon, 2013). En su lugar, los maestros de la mayoría de las aulas invertidas informaron de que los chicos de formación externa prefieren ver vídeos antes que leer material escrito (Herreid & Schiller, 2013).

Los maestros confían en que la tecnología en el aula permite a los estudiantes y a los profesores compartir información juntos y trabajar en colaboración en proyectos del aula, donde «al usar el tiempo del aula para el aprendizaje activo en lugar de para la lección oral, se brindan oportunidades para una mejor tutoría del maestro al estudiante, una mayor colaboración entre compañeros y mayor compromiso interdisciplinario» (Roehl, Shweta, & Shannon, 2013). De hecho, los estudios han encontrado que «el uso de la tecnología [en aulas invertidas] es flexible y apropiado para el aprendizaje del siglo XXI» (Herreid & Schiller, 2013).

La flexibilidad, en este caso, es la parte más importante de un aula invertida y un enfoque de aprendizaje activo. La parte en el aula de una clase invertida está impulsada por el proyecto o la actividad específica que se desarrolla. La tecnología en estos casos permite a los estudiantes compartir información y colaborar de la manera y forma con la que se sienten más cómodos. Los estudiantes pueden traer portátiles y dispositivos móviles para compartir información con la clase, o pueden usar otros métodos de intercambio de información si así lo desean. La tecnología en el aula permite a los estudiantes conectarse y colaborar de la manera con la que están familiarizados y da la oportunidad de que múltiples estudiantes puedan compartir esa información con la clase.

Aquí es donde la tecnología, como el Networked AV, entra en juego. La tecnología AV en un aula invertida permite a los estudiantes y profesores conectarse y compartir información de la manera más flexible posible, con una sala capaz de cambiar a medida que las necesidades del estudiante cambian y también adaptarse y crecer con el tiempo. El audio y el vídeo a través de la Red (Networked AV) permiten esta flexibilidad y escalabilidad.

Los sistemas de automatización también son importantes en estos entornos. Con señales de audio y vídeo que van desde distintos tipos de entradas a un número de salidas, se hace necesario una manera simple de seleccionar las señales. Herramientas como los cables MyTurn de AMX permiten a los estudiantes conectarse al sistema AV y presionar un botón en el cable para llevar a su pantalla local la señal de su portátil. Los profesores pueden utilizar un panel de control táctil para enviar el vídeo desde cualquiera de las mesas de los estudiantes a las pantallas de vídeo en todo el aula. Por su parte, para la transmisión de las lecciones teóricas a los alumnos, soluciones para el streaming, grabación y seguimiento del profesor como las de AREC contribuyen a hacer sencillo y fácil para el profesorado y los alumnos esta parte de la formación.

La colaboración entre los estudiantes es vital para un ambiente educativo moderno, y tener la tecnología adecuada para ayudar a fomentar esa colaboración crea la gran diferencia, especialmente en un aula invertida. Para obtener más información sobre cómo es un aula moderna, mira este caso de éxito de la University of Western Australia:

Productos de los que hemos hablado en este artículo:

  • Soluciones para la transmisión de AV sobre Redes IP: SVSi de AMX
  • Paneles de control para gestionar contenidos y señales: Paneles Táctiles Modero
  • Solución para conmutar una señal a una pantalla: MyTurn de AMX
  • Solución para la grabación, mezcla, conmutación y emisión de las clases: AREC

Referencias

  • Herreid, C. F., & Schiller, N. A. (2013, May/June). Case Studies and the Flipped Classroom. Journal of College Science Teaching, 42, No. 5, 62-66.
  • Michael, J. (2006, December 1). Where’s the Evidence that Active Learning Works? Advances in Physiology Education, 30(4), 159-167.
  • Roehl, A., Shweta, L. R., & Shannon, G. J. (2013, Spring). The Flipped Classroom: An Opportunity To Engage Millennial Students Through Active Learning. Journal of Family and Consumer Sciences, 105(2), 44-49.
  • Ruddick, K. W. (2012). Improving Chemical Education from High School to College Using a More Hands-On Approach. The University of Memphis.
Este artículo está basado en el publicado en nuestro blog hermano Insights por S. Kyles Davis